lunes, 4 de febrero de 2008

FORMACION DEL PROFESORADO Y EL TRABAJO COLABORATIVO

La principal herramienta de trabajo de la escuela es el lenguaje. El lenguaje no solamente como instrumento de comunicación y expresión, sino sobre todo, como herramienta de análisis. No hay que olvidar que mediante el lenguaje, a lo largo de la historia , el hombre ha ido ordenando, analizando y dominando la realidad. Potenciar el lenguaje es desarrollar el instrumento más potente de nuestro intelecto. Somos lenguaje. La ausencia de lenguaje nos hace hueros.
En el ámbito de la formación del profesorado resulta más inexcusable esta parvedad. El profesor, el profesor crítico , tiene como objetivo, precisamente, descubrir, y ayudar a descubrir, las formas de dominio que se han hecho sistemáticas en las relaciones sociales, desplegar lo complejo, aquello que está muchas veces plegado. Discurrir, investigar, discurso… tienen que ver con caminar, seguir unas huellas, recorrer un trazado. En el mundo de la comunicación-publicidad actual resulta cada vez más arduo el discernimiento, el matiz; todo se reduce a titulares. No se construyen textos, lo chic es el hipertexto. Se eliminan letras… y los adjetivos y las subordinadas. El mensaje determinado por el ancho de la pantalla.

1. El trabajo colaborativo
Tanto la psicología constructivista (Piaget, Vygotsky…) como el modelo pedagógico de Investigación-Acción, con otras muchas teorías emparentadas, parten del mismo punto: el proceso de aprendizaje es fruto de una interrelación entre los sujetos y su entorno. Procesos como Homeostasis y Zonas de Desarrollo Próximo son conceptos que se fundamentan en esa interrelación. En la escuela, el elemento más apabullante y abundante son los compañeros y compañeras, sujetos con lenguajes. Experiencias educativas colaborativas como las comunidades de aprendizaje nos dan motivo para ser optimistas. Así pues, la primera condición para el trabajo colaborativo es captar esta riqueza, aceptarla como determinante en nuestros centros escolares, por encima de los contenidos escolares. El tratamiento de la diversidad, la pluralidad cultural del alumnado, la participación de las familias, los modelos de escuelas inclusivas… hacen indispensables actitudes colaborativas en nuestro profesorado.
El profesorado tiene que superar y desaprender los hábitos individualistas y competitivos que ha sufrido durante sus años de estudiante para poder descubrir la verdad de lo que está pasando en el aula. . Descubrir la verdad necesita inexorablemente la colaboración de todos los participantes en ese ambiente. La interpretación unilateral será, con toda seguridad, inexacta; una imposición desde la autoridad pedagógica, en expresión bourdiana, de algo que siendo arbitrario se constituye como la VERDAD, inteligencia académica, saber disciplinar. Disciplina también es un instrumento de azotar. Lo propio de una mente bien ordenada no consiste en simplificar, formalizar, sino todo lo contrario contextualizar, globalizar.
El trabajo del profesor consiste en hacer posible aquello que todavía no es real. Es un ejercicio de poder: imponer que lo posible se encamine hacia lo real . El profesor debe saber lo que es posible para orientar su trabajo. “No es posible hacer nada con este muchacho” es una sentencia a muerte. ¡Suspenso!, ¡suspendido!, (¡colgado!). Este poder pedagógico, para que no se convierta en algo rechazable éticamente, debe estar razonado, ilustrado. Además, como el surgimiento de lo posible afecta al sujeto, ha de contar con él, con su consentimiento, con su palabra. De otra manera es pura imposición. La colaboración como exigencia ética. El taylorismo, el conductismo, el modelo educativo tecnológico, la pedagogía por objetivos… exhiben aquí toda su obscena debilidad.
Educar es rozar lo imposible que es espiral abierta. La manipulación es círculo cerrado, círculo vicioso. Lo que sabemos positivamente es sólo lo determinado. Aprender es des-cubrir; es dudar (dubitare, duo-ha-bitare) habitar entre dos mundos. Al hombre que dudaba, los griegos le llamaban aner dipsijós, con dos almas. La belleza del malabarista está en sus mazas en movimiento, perdería su atractivo si las guardara en sus bolsillos. El resultado del dado viene determinado por su cara oculta. Ver las cosas de otra manera exige su tiempo y su esfuerzo. Los pájaros, y otras muchas especies, utilizan la garganta para emitir sonidos; los grillos, en las noches cálidas de verano, nos deleitan con los roces armónicos de sus alas.
El poder evita el azar, sabe por dónde tiene que ir, indica el camino exclusivo que seguirán los domados. Domesticación. Lo dogmático-determinista imprime carácter (religión) o imprinting (etología, Lorentz). Tener un proyecto definido (proiectus) –opuesto a sujeto (subiectus)- es lanzar, con fuerza, un objeto hacia el objetivo previsto. La flecha disparada por Guillermo Tell hacia la manzana. No hay marcha atrás, se olvida la historia.
A los educadores, como a los viajeros, nos importa el camino tanto como el destino. Superar la desigualdad académica implica superar la desigualdad social y viceversa. Es preciso moverse en el terreno del desaprendizaje; atender la llamada de lo imposible. Saberes abiertos que no terminen en una clasificación cerrada. La verdad positiva como adecuación a algo externo no nos sirve en nuestro trabajo de educadores. Tampoco defendemos un relativismo nihilista que puede transformarse en una relación dictatorial que, a falta de algún criterio ilustrado de valor, sea una simple imposición del más fuerte. El nihilismo es anfetamínico. Más allá de la teoría de la reproducción. (KEMMIS) y más acá de posturas pedagógicas dogmático-ortodoxas. El educador tiene algo de disidente, se sienta en otro sitio, no está en el banco del poder; no asiente
La conversación en el aula no puede ser mera replica tautológica, sino que supone creatividad. Lo replicado es lo idéntico, sólo tendrá sentido para una de las partes, generalmente para el profesor; para el alumnado es un sin-sentido, deja de ser interesante (inter.-esse, importa a dos). Un saber sin sabor. Producción de insensatos. El conocimiento no puede quedarse en una mera racionalización, sistema que fundamenta su verdad en un método formal de funcionamiento, sino en una racionalidad que capta y es consciente de sus insuficiencias . Apuesta por la tolerancia. El mundo de la educación no es sólo el mundo real, es también un mundo simbólico. En el proceso educativo atendemos a procesos explicativos de la realidad observada, fuera de nosotros, los minerales, por ejemplo… pero también tocamos el mundo de los valores, el mundo de las respuestas originales y subjetivas que sujetan, que crean al sujeto. Todo esto no puede ser depredado, nos convertiríamos en furtivos. Comentario de una reunión de evaluación: ¡Este alumno es muy malo en matemáticas, porque sus ejercicios de matemáticas están mal! Enorme falacia: el carácter perfectivo, para siempre, (es) se deriva del carácter imperfectivo, circunstancial (estar) (HUME). Posteriormente el poder, delegado en la burocracia impersonal, hará que la distribución de adjetivos recaiga sobre la persona evaluada, asignamos roles. Rol: huella-camino que quedará en el boletín escrito con el rotulador rojo.
El sujeto puede intercambiar sus mundos simbólicos, sus mundos de verdades, que al hacerlas externas en un momento se hacen reconocibles, analizables por los sujetos intervinientes en una conversación. Luego vuelven a ser propiedad del sujeto que aceptará o no los cambios en su percepción. Diálogo, es palabra de dos, cada uno tiene una parte, pero, a la vez, no es propiamente de nadie. Es autonomía, fruto de un acuerdo (cordis, corazón) que afecta al conocimiento, al recuerdo y a la emoción. Crear el espacio intermedio, lo colectivo, entre lo privado y lo público. Hay posibilidad de aumentar sus metapuntos de observación para cambiar la perspectiva. La inseguridad del trapecista multiplica su visión de la pista. Aquí está el poder transformador de la educación. Educar es transformar la realidad (FREIRE). En el proceso aparecerán las brechas de SEARLE , pero estamos en el camino acertado.
Cualquier manual nos habla de esta realidad: en el proceso educativo intervienen multitud de variables, de protagonistas, de situaciones, de momentos, de espacios…Explicar el mundo educativo es introducir todos estos contenidos en un esquema que nunca estará cerrado como hemos defendido más arriba. Cuando hablamos de complejidad nos referimos no a algo intrínseco a la realidad estudiada sino a algo que se puede asociar al observador que necesita muchas perspectivas y se comunica con otros observadores mediante códigos y lenguajes específicos. Todo estudioso tiene, en el inicio de su trabajo, múltiples incertidumbres. Pasar de la complejidad indeterminada a la complejidad determinada no supone una estricta simplificación. Sistematizar una complejidad de elementos libres es una tarea imposible, su ajuste total no será justo. Reducir a esquemas es detener, considerar la realidad como “naturaleza muerta”. MARINA propone utilizar el término matriz (generadora de vida y movimiento) en vez de esquema (parálisis estática) El razonamiento humano tiende a buscar el orden del curso de los hechos y una vez buscado ese orden, se va cumpliendo mediante la atención selectiva, determinada por las teorías formuladas por aquellas premisas. Teoría de la profecía cumplida de WATZLAWICK .
La complejidad supone, siguiendo a MORIN, visiones múltiples y desarrollo de esquemas de pensamiento que las recojan , una forma diferente de explicación no lineal sino en forma de bucle, de ida y vuelta. El mismo autor señala entre los siete saberes necesarios para la educación actual la idea de que los educadores tienen que considerar la educación como algo multidimensional “biológico, psíquico, social, afectivo y racional” . La super-especialización abstrae, ex-trae, a la realidad del contexto y la coloca artificialmente en un esquema meramente conceptual de una disciplina compartimentalizada. Asoma la balcanización (en el argot académico) de la asignaturas y saberes; lugar de luchas y guerras (¡Los Balcanes!) de intereses espurios de los departamentos didácticos. Así la ciencia es una ciencia miope. Mira la proyección que la realidad crea en el espejo de sus esquemas previos. Proceso de especulación. No es la realidad, es el espectáculo. La autopista, también la autopista de la información, en cierto sentido, es una prisión; estamos rodeados de alambradas y sólo podemos salir por donde alguien decidió que lo hiciéramos. ¡De frente¡ ¡AR! Es necesario trabajar en equipo para que la idea de unidad no borre lo diverso y para que lo diverso no nos haga olvidar la unidad. Un ir y venir agotador e inquietante. Nomadismo (moverse en clase, moverse en la teorías, moverse en las diferentes culturas) vs sedentarismo (sentarse en el pupitre, aplicar lo aprendido de una vez por todas, defender la neutralidad cultural y científica). La educación necesita un sistema policéntrico. Caminar por el océano de incertidumbre apoyándose en los islotes de certeza. Dar cabida a la serendipiedad .
Así pues, la introducción de las TICs tiene que servirnos no tanto para cambiar la olla como para cambiar la receta. Creatividad no regulada por las reglas (con la regla se trazan la líneas rectas y cumpliendo la regla de S. Benito se va directamente al cielo) sino creatividad para cambiar la reglas. La introducción del trabajo colaborativo en nuestras aulas va más allá de una exigencia puramente metodológica. La verdad, en educación, exige dimensiones de reflexión-conocimiento y, también, tener en cuenta los elementos éticos intervinientes. Procesamos conocimientos y sujetos.
De: Indoneos.com

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